Toda mujer vive, a lo largo de su vida, distintas etapas ligadas a los cambios que experimenta su cuerpo. Es importante que disfrutemos de cada etapa de manera positiva, sensación que conseguiremos con el autoconocimiento y la escucha de nuestras necesidades. En el post de hoy hablaremos de cómo podemos mantener una buena salud femenina en cada una de las etapas de la vida. 

  1. La pubertad y la menstruación (de los 10 a los 19 años)

Aunque la primera etapa de la vida es la niñez, entendemos como primera etapa de la mujer el momento en que aparece la primera menstruación, seguida de una época de muchos cambios. 

Ya desde la niñez pero aún más durante la pubertad, es importante que las mujeres reciban información clara y sencilla, evitando los tabús de la menstruación o de la sexualidad. Además, la relación que se tenga con la madre u otras figuras femeninas influirá mucho a la hora de vivir esta etapa vital. 

Para cuidarse bien, hace falta que se conozcan todos los procedimientos de cómo proteger correctamente las zonas íntimas, como tener una buena higiene y cómo actuar, por supuesto, con la llegada de la menstruación. Al ser una época de muchos cambios, debemos preservar una comunicación constante con las mujeres de nuestro entorno para que así, desde su experiencia y conocimiento, puedan aconsejarnos como es debido. 

  1. La maternidad (mujeres en etapa reproductiva)

En esta segunda etapa vital, la mujer pasa por algunos años de estabilidad que terminan cuando el reloj biológico se despierta. Este es el momento de plantearse el futuro, en caso que se desee el embarazo. Así pues, es importante que para mantener una buena salud se visite regularmente al ginecólogo, de manera que se logrará, no solamente una maternidad saludable, sino también un seguimiento óptimo de la salud sexual. 

Además, en esta época a veces aparecen signos de depresión y ansiedad ligadas a la carga de morbilidad femenina, por lo tanto, no debemos dejar de prestar atención a nuestro cuerpo y mente, pidiendo ayuda a los especialistas que queramos. 

  1. La menopausia

A partir de los 45 años el cuerpo de la mujer puede empezar a notar los primeros síntomas premenopáusicos. En este período, los ciclos de menstruación cambian, alterando muchos aspectos físicos y psicológicos. Así pues, es importante que cuidemos más que nunca nuestra alimentación, ingiriendo productos con calcio, magnesio, zinc y vitaminas C y D. Además, en esta etapa se suele adquirir más peso, dado que el cuerpo consume menos energía. 

Por suerte, existen cantidad de soluciones para poder disfrutar al máximo esta etapa, haciendo que la menopausia no sea un problema añadido. 

En definitiva, el autoconocimiento nos ayudará a ser conscientes de que necesita el cuerpo en todo momento y cuales son los procesos que experimenta, por muy complejos que sean. Para ello, es importante que desde la pubertad abramos todos los sentidos para así conocer los síntomas que aparecen en cada etapa y descifrar sus mensajes. De este modo podremos aprender y sobretodo ¡disfrutar de cada una de nuestras etapas vitales!