Ahora que llega el verano, muchas personas intentan broncearse de una forma rápida para lucir un buen bronceado, pero el sol puede provocar problemas graves en nuestra piel, por eso, es muy importante utilizar protección solar.
¿Crees que si te aplicas protector solar no conseguirás ese tono bronceado que tanto deseas? ¡Estás equivocado!
¿Por qué es importante la protección solar?
¡La protección solar es vital para garantizar una buena salud de nuestra piel!
Protege nuestra piel de los rayos ultravioleta, previene el envejecimiento cutáneo, ayuda a evitar arrugas prematuras y a prevenir el cáncer de piel.
Pon en práctica nuestras recomendaciones:
La exposición solar debe ser progresiva para que tu piel se acostumbre al sol de forma gradual. Evita exponerte al sol entre las 12:00 h y las 16:00 h, en esas horas la radiación ultravioleta es más intensa.
Escoge un factor solar acorde a tu tipo de piel. El factor de protección solar (FPS) sirve para saber, aproximadamente, cuánto tiempo se prolonga la defensa natural de la piel frente a la agresión solar.
Aplica la crema solar 30 minutos antes de exponerte al sol. Aplícalo de forma uniforme y repite la aplicación cada 30 minutos o después de bañarte.
Aunque esté nublado y no se vea el sol, ponte protección. Las nubes dejan pasar el 90% de la radiación UV.
Utiliza protección ocular (gafas). Una exposición prolongada al sol, aunque sea de manera indirecta, puede provocar quemaduras en la córnea.
Protégete con ropa. Utiliza ropa para protegerte y ponte gorros o viseras para proteger tu cara y nuca.
Hidrátate. Bebe agua con frecuencia e hidrata tu piel después de exponerla al sol para evitar la deshidratación.
Utiliza siempre un filtro solar que tenga protección en contra de los rayos UVA y UVB.
Y no te olvides de prestarle atención a las partes del cuerpo más sensibles: cara, cuello, hombros, escote, orejas, manos y labios.
Adopta todas estas medidas de prevención y evita que el calor extremo pase factura a tu salud. ¡Disfruta del verano de manera segura!