La dermatitis o piel atópica es una enfermedad de la piel de evolución crónica y recurrente caracterizada por la aparición de lesiones de eccema.

Los signos y síntomas de la dermatitis atópica varían de una persona a otra y los más frecuentes son:

  • Piel seca.
  • Picor, que puede ser grave, especialmente durante la noche.
  • Manchas de color rojo a marrón grisáceo, especialmente en las manos, los pies, los tobillos, el cuello, la parte superior del pecho, los párpados, la parte interna de los codos y las rodillas, y, en el caso de los bebés, el rostro y el cuero cabelludo.
  • Pequeñas protuberancias que pueden supurar líquido y formar costras si se rascan.
  • Piel engrosada, agrietada y escamosa.
  • Piel en carne viva, sensible e inflamada.

¿Por qué la dermatitis atópica empeora en la primavera?

Con la llegada de la primavera aparecen las alergias, que producen un estímulo al sistema inmunitario que puede hacer que empeore la dermatitis atópica. Además, es el momento en el que empezamos a mostrar partes de nuestro cuerpo, que, hasta entonces, habían sido protegidas por la ropa y el abrigo.

Consejos útiles para frenar los síntomas:

  • Hidrata la piel: la hidratación cutánea es fundamental para la salud de una piel con dermatitis atópica.
  • Utiliza protección solar: la radiación solar en primavera es intensa. Todos, tengamos dermatitis atópica o no, debemos protegernos del sol. Pero si tienes la piel más sensible, el uso diario de protección solar es imprescindible.
  • Utiliza jabones suaves: los jabones antibacteriales y desodorantes pueden eliminar más aceites naturales y secar la piel.
  • Enjuágate con cuidado: después de ducharte, enjuaga la piel dando golpecitos delicadamente con una toalla suave y ponte crema humectante con la piel todavía húmeda.

¡Ven a la farmacia y te asesoraremos! Y recuerda: aunque tu piel mejore, ¡no dejes de mimarla! Continúa cuidándote y sigue tu rutina cosmética para pieles atópicas a diario. 😉