Con la llegada del verano, los cambios de hábitos y las vacaciones también aparecen las infecciones. Las altas temperaturas, la humedad y los bañadores mojados son factores muy favorables para desencadenar la candidiasis vaginal y otras infecciones.
La candidiasis vaginal o también llamada vulvovaginitis candidiásica es una infección en el área genital causada por un hongo que se llama Cándida.
La cándida puede formar parte de la flora vaginal de las mujeres, pero a veces el crecimiento se descontrola y causa un desequilibrio e inflamación. Este desequilibrio se produce debido a: cambios en el pH, humedad, cambios hormonales, etc.
¿Cuáles son los síntomas más frecuentes?
- Fuerte picor en la vulva o en la vagina.
- Inflamación o enrojecimiento de la vagina.
- Ardor.
- Dolor al orinar.
- Flujo espeso y de color blanquecino.
Las altas temperaturas, más el sudor y la humedad, son los desencadenantes perfectos para la proliferación de la candidiasis vaginal.
Además de la Candidiasis vaginal, existen otras infecciones que hay que tener en cuenta:
- Vaginosis bacteriana: es muy frecuente durante la etapa reproductiva y el embarazo. Puede surgir como consecuencia del desequilibrio de bacterias de la flora vaginal y suele provocar síntomas como flujo blanquecino o escozor en la zona externa de la vagina.
- Vaginitis tricomoniasis: Los síntomas son claros y se detectan por la aparición de una secreción de tono amarillento o verdoso con olor a moho, también suele venir acompañada de ardor y picores.
Durante los meses de verano, la zona íntima femenina es más delicada y es más probable que aparezcan molestias. ¿Quieres disfrutar de un verano sin infecciones? ¡Apúntate estos consejos!
- No lleves durante mucho tiempo el bañador mojado. Después del baño, es recomendable cambiar el bañador por uno seco. Cuando no se cambia, se genera una humedad que provoca el cambio en la flora vaginal.
- Evita el uso de ropa íntima sintética y ajustada. Las fibras naturales son las más adecuadas para una correcta transpiración.
- Intenta que la ropa del día a día no sea muy ajustada, sobre todo los pantalones. Impiden la transpiración natural de los genitales y pueden generar irritación a causa del roce de las costuras. ¡Siempre es mejor optar por ropa ancha!
- Realiza una correcta higiene íntima. Las duchas vaginales no se recomiendan porque pueden eliminar la microbiota vaginal (la encargada de proteger contra las infecciones). En la parte externa, utiliza un limpiador adecuado que no altere el pH.
- Ten cuidado con la depilación. Una depilación excesiva de la zona íntima puede provocar alteraciones. ¡El pelo púbico sirve de barrera protectora!
Ante cualquier molestia o picor, consulta con tu farmacéutico/a de confianza o con tu ginecólog@ para que te realice una exploración y te dé un diagnóstico fiable.
Normalmente, con una pomada tópica u óvulos vaginales es suficiente. Y una vez pasada la infección es aconsejable la utilización de probióticos vaginales u orales.
¿Has tomado nota? Cuídate y disfruta del verano como te mereces.